Mejillones es una comuna del norte de Chile, situada a 65 Km. al norte de la ciudad de Antofagasta, en la provincia del mismo nombre, en la Región de Antofagasta
El nombre “Mejillones” viene a ser plural de “mejillón”, un molusco conocido en Chile como “choro” y que se caracteriza por ser un pequeño bivalvo que abunda en las costas del norte del país y que constituyó uno de los alimentos principales de los primitivos habitantes aborígenes del lugar.
Mejillones es una comuna del norte de Chile, situada a 65 km al norte de la ciudad de Antofagasta, en la provincia del mismo nombre, en la II Región.
Mejillones comenzó a través del poblamiento de comunidades indígenas (changos) del litoral a partir de 1825.
Entre 1838 y 1839, unos empresarios franceses, los hermanos Latrille, contratan los servicios de un minero copiapino Juan López (minero conocido como el Chango López, considerado el primer habitante de Antofagasta), por la ubicación de yacimientos de guano, ya que los Latrille tenían pistas de su existencia en Mejillones del Sur.
Así, Juan López logra el descubrimiento de los importantes yacimientos de guano fosilizado en las inmediaciones del cerro San Luciano, en 1841. Domingo Latrille obtiene la concesión para la explotación de esta sustancia, a manos del gobierno boliviano, la que duraría hasta 1842. Entre 1841 y 1842, los Latrille llevaron importantes embarques de guano hacia Europa.
En el año 1845, siendo presidente de Bolivia Don José Ballivián, se construye en el sector sur de Mejillones un Fortín, a la vez que pasa a convertirse en puerto menor de Bolivia. El gobierno boliviano propone mediante de la elaboración de un proyecto, asentar una gran ciudad portuaria en el enorme emplazamiento jurisdiccional que posee Mejillones.
En 1866, Bolivia y Chile acuerdan financiar mancomunadamente la construcción de Oficinas de Administración y Resguardo de Aduana, con funcionarios de ambos países, como una forma de proteger intereses de trabajadores chilenos por aplicación del gobierno boliviano de una tasa onerosa sobre la exportación de minerales, fundamentalmente salitre y guano. Posteriormente, una de estas edificaciones se traslada a la ciudad de Antofagasta. Esto ocurría en el período de la Guerra del Pacífico.
Actualmente, dicha construcción aún permanece vigente y habilitada como Museo Regional en dicha ciudad.
Posteriormente, la cada vez más fuerte prosperidad de la industria salitrera que tenía exclusiva salida por un ferrocarril de Antofagasta puerto cuya bahía expuesta completamente al oleaje, obligó la refundación de Mejillones, que esta vez renació bajo la bandera chilena. El Acta de Fundación lleva fecha de 7 de febrero de 1906 y está firmada por el Presidente German Riesco.
El día 8 de octubre de 1879 se entabla el Combate Naval de Angamos entre naves chilenas y peruanas, frente a la península de Angamos en Mejillones.
Después de la Guerra del Pacífico Mejillones deja de pertenecer a Bolivia para convertirse en una ciudad chilena.
Tiempo posterior a la Guerra del Pacífico, se inicia un ordenamiento administrativo, que en el caso de Mejillones involucrará la confección de un plano que proyectara una ciudad de acuerdo a la categoría de puerto que ya tenía. Dicho trabajo se encargó al ingeniero naval Don Emilio de Vitds. Este plano proyecta una ciudad más realista en comparación a los planos anteriores, y se basó sobre 63 manzanas, que el Gobierno de Chile procedió a lotear y rematar de conformidad a lo que dispuso el Estado chileno.
El remate se realizaría en la ciudad de Santiago, fechada en febrero de 1907 y durante el gobierno del Presidente Germán Riesco. Hay un Acta de Fundación que lleva fecha siete de febrero de mil novecientos seis y está firmada por el Presidente “Germán Riesco; a las postrimerías de su mandato.”
En el segundo período del Alcalde Cuadra, en el año 1970, se aprobó por mayoría de votos el proyecto presentado por el alcalde Cuadra Araya, para construir un Teatro ubicado frente a la parte posterior de la plaza Almirante Latorre. Los trabajos se llevaron a cabo con aportes de un préstamo concedido por el ministerio de la vivienda y urbanismo, por la suma de $ 500.000 (importante en aquel entonces).
Dicho financiamiento no satisfacía la terminación del proyecto, por lo que debieron paralizarse los trabajos en 1972, mientras se lograba una ampliación del préstamo el cual no logró concretarse por el golpe de estado de las Fuerzas Armadas del 11 de septiembre de 1973.